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LOS CUSI: FUNDADORES DE LA HACIENDA

NUEVA ITALIA

Dante Cusi, nació en el año de 1848 en Gambara una pequeña población en la provincia de Brescia, en la región de Lombardía, Italia en el año de 1848. Su padre era agricultor y dueño de tierras propias, por lo que Cusi creció acostumbrado a las labores agrícolas (Cusi, 1955, p. 13). En esa región del norte de Italia, los cereales son el principal cultivo, ello explica el gran conocimiento que tenía Cusi en la preparación de tierras para la siembra y cosecha del arroz.

 

Cusi inició la carrera de medicina en Milán, pero tuvo que abandonar los estudios debido a los “reveses de fortuna en los negocios de su padre”  (Cusi, 1955, p.13). Sin perder tiempo, cursó una carrera corta de Comercio y Contabilidad y comenzó a trabajar en la Banca Comercial de Milán. Después de alcanzar una posición importante como empleado del banco y hacer un pequeño capital, contrajo con Teresa Armella. En 1884, junto con su esposa y tres pequeños hijos, embarcó hacia América en busca de una mejor vida para él y su familia (Cusi, 1955, p. 14).

 

La familia Cusi llegó a Nueva Orleans donde Dante pensaba comprar una propiedad y comerciar exportando algodón a Italia. Al no poder llevar a cabo esos planes, Cusi se trasladó a Jacksonville en el estado de Miami, donde las tierras pantanosas y la malaria le hicieron buscar un nuevo sitio. Así, llegó a Victoria, Texas, donde compró algunos terrenos pero finalmente las condiciones sociales y geográficas del lugar le llevaron nuevamente a emigrar, esta vez hacia México (Cusi, 1955, pp. 14-15).

 

Mientras estaba en Texas, Dante Cusi fue invitado a unirse a un grupo de compatriotas suyos que estaba arrendando una propiedad en las cercanías de Apatzingán, Michoacán. Se trataba de las hacienda La Huerta y Españita, arrendadas por los italianos Strazza y Agnellini a quienes Cusi se unió en 1885 (Pureco, 2010). En ese lugar, los italianos se dedicaron al cultivo del añil.

 

Después de trabajar un par de años con sus compatriotas, Cusi decidió trabajar por cuenta propia. Junto con otro italiano, Luis Brioschi, arrendaron en 1888 el rancho de Úspero, también en las proximidades de Apatzingán y regado por los manantiales de Parácuaro. En ese lugar, los campos de labor estaban prácticamente vírgenes y fue necesario habilitar canales para lograr la gran irrigación necesaria para los cultivos de añil y arroz que emprendieron los dos italianos (Cusi, 1955, p. 37).

 

En 1989, el tren llegó hasta la ciudad de Uruapan; esta facilidad, aunada a un incremento en el precio del arroz, permitió a los incipientes empresarios reunir ganancias suficientes para alquilar una mayor cantidad de terreno (en total, llegaron a poner 8,000 has bajo riego) así como las instalaciones del rudimentario molino de arroz  “El Cangrejo”, a unos cuantos kilómetros del poblado de Parácuaro. En un corto período, la maquinaria fue reemplazada por otra más moderna, que unos años después se cambió por un flamante molino importado de Europa, y la antigua moliendo recibió un nuevo nombre: Molino de Arroz La Perla.  (Cusi, 1955; Barrett, 1975a; González y González, 2001; Pureco, 2010).

 

En 1889, la cosecha de arroz del rancho de Úspero superó las 400 toneladas anuales (Pureco, 2010, p. 83), lo que convirtió a dicha hacienda en una de las principales productoras de este cereal en Michoacán, cuya producción ese año sumó un poco más de 2,600 toneladas (Pureco, 2010, p. 165). Las ganancias obtenidas con el comercio del producto, permitieron a la Sociedad Cusi y Brioschi realizar la compra de propiedades en los alrededores de Páracuaro y Uruapan.

 

Aunque la sociedad de los italianos Cusi y Brioschi se disolvió en 1900, el éxito y las ganancias obtenidas permitieron a Dante reunir el capital suficiente para pensar en expandir sus propiedades y sus planes.

 

Los dos hijos varones de Dante Cusi, Eugenio y Ezio, habían pasado algunos años en Europa y Estados Unidos estudiando y preparándose para ingresar en la vida laboral al lado de su padre, lo cual hicieron inmediatamente después de su regreso, hacia 1897. La bonanza económica, la independencia de su ex socio y el hecho de contar con sus dos vástagos como apoyo,  hizo concebir a Cusi un proyecto mayor: en 1903 adquirió, por la cantidad de 140 mil pesos, una extensa propiedad de 28 mil hectáreas llamada hacienda de la Zanja, situada unos 20 km al sur del rancho Matanguarán, en el llano de Tamácuaro, entre los ríos Parota-Cajones y Cupatitzio.

 

En esa época, las condiciones políticas eran completamente favorables a los planes de expansión de Cusi. El gobierno de Porfirio Díaz otorgó todas las facilidades: generosas concesiones para el aprovechamiento del agua de riego y el respaldo institucional para que los empresarios consiguieran fácilmente créditos en las cajas de préstamo y bancos (Pureco, 2010)

 

 

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